Esta fotografía forma parte de un tema recurrente en mi archivo fotográfico: los charcos de agua.

Por lo tanto, el hecho de que mientras hacía la fotografía pasara una bicicleta se trata de una casualidad que aproveché para el concurso.

Los charcos de agua me interesan especialmente, ya que suelen ser un recurso fotográfico que ofrece muchas posibilidades. De entrada, si uno se pone con la cámara a ras de suelo (en esta ocasión literalmente rozando el agua) se genera un reflejo que genera una simetría con lo que tengamos por encima del horizonte, es decir, por encima de la superficie del agua del charco.

Para conseguir este efecto suelo tener en cuenta principalmente tres elementos:

  1. Después de uno o varios días de lluvias abundantes, estar atento al día que deja de llover por completo, ya que necesitamos el agua del charco sin gotas para conseguir el efecto espejo.
  2. Poner la cámara a ras del agua, preferentemente con un objetivo gran angular con el fin de exagerar la dimensión del charco. En este caso utilicé una focal de 16mm.
  3. Aunque se puede hacer con todo tipo de cielos y de luces, a mí personalmente me gustan especialmente los cielos nublados, tanto por la luz suave, como por las texturas que se generan a lo largo de todo el encuadre (el cielo y su reflejo).

Y entrando más en concreto en la fotografía que presenté al concurso, de ésta me gustaron varios aspectos:

  • La posición de la bicicleta en primer término en el lado izquierdo de la imagen con su perfil recortado a contraluz con una simetría perfectamente reflejada en el agua.
  • La textura suave de las nubes reflejadas en el suelo.
  • La doble simetría que se genera en la imagen: la horizontal cielo-tierra y la vertical con los troncos de las tres palmeras.

– Por último, y a pesar de no ser un reflejo, también se genera una cierta simetría entre la bicicleta y los cuatro elementos del lado derecho de la imagen: el hotel Wela, los dos palos y los edificios de la Barceloneta. En cierto modo, la bicicleta parece formar forma una «elipse», lo que también se produce siguiendo el perfil del conjunto de edificios y postes de la derecha. Pienso que este hecho acaba de equilibrar la imagen en cuanto a pesos y dota al conjunto de un curioso juego de repetición de simetrías.