Los disturbios en Barcelona por el encarcelamiento de Pablo Hasél

 

 

Las noches del 19 y el 20 de Febrero salí, junto con un compañero del Fotoclub Poblenou, a documentar en la ciudad de Barcelona los disturbios posteriores a las protestas por el encarcelamiento del cantante Pablo Hasél.

El fotoperiodismo es un género fotográfico que ninguno de los dos autores dominamos lo suficiente. Sin embargo, queremos compartir el resultado de aquel reto: tanto las imágenes obtenidas como nuestras propias reflexiones.

De entrada dudas, muchas dudas.

Para un fotógrafo sin demasiados reflejos ni cintura como es mi caso, poco amante de la improvisación, acostumbrado a trabajar con trípode, transportar una mochila llena de focales y de filtros, acostumbrado a conseguir unas previamente muy planificadas fotografías y sin muchas sorpresas añadidas: el hecho de cubrir una manifestación con disturbios violentos, carreras y cargas policiales suponía mucho más que un simple reto fotográfico.

Sin embargo, el tema me interesaba, me atraía… y la motivación siempre es un punto importante a favor.

¿Cuál o cuáles focales llevar?, la más luminosa o la más todoterreno?, llevo más de una o no tendré posibilidades de cambiarlas? quizás un tele?…

Finalmente opté por la opción más versátil: un 24-105mm f / 4 y, con las prisas, cometí el error de dejarme en casa el 50mm fijo f / 1.4, es decir, mi objetivo más luminoso .

Aquella sería la cuarta noche de protestas, en los telediarios ya se habían visto imágenes de una chica muy joven a la que una bala de foam le había hecho perder un ojo, y el miedo por los disturbios añadía aún más dudas:

Me haré daño? me llevaré una paliza?, me sacarán un ojo?… y si me confunden con un violento y acabo detenido?

Así que decidí tomar precauciones y equiparse me con un chaleco fluorescente, un casco y unas gafas de seguridad.

Finalmente, después de tantas dudas y llegado el momento me vino a la cabeza aquella frase de John Wayne que dice: «Ser valiente es, estar cagado de miedo y, sin embargo, subirse al caballo».

Así que a continuación abrí la puerta de casa y les dije a la mujer y los niños que no me esperaran para cenar.

Algunas conclusiones técnicas y reflexiones personales:

Inicialmente me costó mucho coger el ritmo: hacia dónde ir? Qué fotografiar y desde donde? Y con qué parámetros? Pero poco a poco fui cogiendo confianza:

  • La mayor parte de las imágenes las hice a f / 4 (apertura máxima de mi objetivo), ISO 1600 y a velocidades de entre 1/60 y 1/180. Algunas imágenes me quedaron demasiado oscuras, lo que pude corregir en parte aumentando posteriormente la exposición del RAW.
  • A 1/60 algunas imágenes me quedaron trepidadas, lo que hubiera podido evitar con más velocidad y un objetivo más luminoso o forzando más la ISO y asumiendo un poco más de ruido. Por el contrario, obtuve alguna imagen en movimiento interesante gracias, precisamente, a la trepidación.
  • En ocasiones también me faltó zoom, lo que me obligó a reencuadrar demasiado algunas de las imágenes con la consiguiente pérdida de calidad de la imagen.
  • No es fácil ir cambiando de objetivos en medio de la acción. Por lo tanto, es mejor elegir uno y exprimir al máximo sus posibilidades. Los todoterreno dan más versatilidad, aún así, la segunda noche también utilicé y me sentí cómodo con un 17-40mm f / 4 cerca de los hechos y con un 100mm f / 2.8. También había momentos en los que un teleobjetivo me hubiera ido muy bien (puestos a pedir un 70-200mm f / 2.8).
  • Un tema importante: el hecho de ir señalizado con chaleco y casco aporta bastante tranquilidad para trabajar, no sufrí en ningún momento por mi integridad física y, como mínimo las dos noches que yo estuve allí , me dio la sensación de que en general se respeta bastante la actividad de los fotógrafos, tanto por parte de la policía como por parte de los manifestantes, incluso de los más radicales. Sin embargo, hay que estar siempre alerta y vigilar con el lanzamiento de objetos, los proyectiles y las cargas policiales, los vehículos a gran velocidad en calles supuestamente cortados al tráfico, etc.
  • Sin menos tener la gravedad de varios de los incidentes de aquellos días, y como he comentado antes: el miedo suele ser algo irreal, a menudo exagerado. Por otra parte, unas imágenes extraídas de contexto pueden contribuir a potenciar y amplificar aún más. Algunos ejemplos: un pequeño fuego puede parecer el infierno si se utiliza un gran angular de muy cerca. También si se hace con un teleobjetivo de más lejos y con sujetos en primer plano.