Paisajes de agua

El agua es un motivo estético poderoso en el paisaje y un elemento de la naturaleza atractivo. Su presencia invita a la relajación e inspira inevitablemente actitudes reflexivas e introspectivas.
Una sustancia líquida y dinámica que dialoga en contraposición con otros elementos de la naturaleza estáticos y aparentemente invariables del paisaje como pueden ser por ejemplo las rocas que emergen en el mar o en un río.
El ser humano tiende a aferrarse a aquello aparentemente duradero y seguro, que es lo que simbolizan para él las rocas rodeadas por agua. Pero incluso la piedra se erosiona y acaba desapareciendo con el tiempo.
De esa manera proyectamos nuestro deseo de trascender, la voluntad de seguir existiendo después de la muerte y sin embargo lo único permanente es el cambio continuo y la perpetua variabilidad del Todo.
Mediante fotografías de paisajes litorales y fluviales, realizadas a baja velocidad de obturación, el autor plasma el movimiento del agua que se percibe como un flujo que envuelve a las formaciones rocosas emergentes y que parecen estar flotando en la nada. Esos elementos estáticos simbolizan al ser humano con un anhelo de inmortalidad, cuestionándose permanentemente su fe y tratando de responder todo aquello que se pregunta desde los orígenes de su existencia.